Cada vez que rocía su césped con plaguicidas, puede estar envenenando a las aves, la vida silvestre y posiblemente a usted mismo. Los americanos derraman cada año 35 millones de kilogramos de plaguicidas sobre sus huertas y jardines. ¡Esto es el triple de lo que aplica un granjero por acre en promedio! De acuerdo con la base de datos de incidentes de mortalidad de la vida silvestre de la EPA, tres de los plaguicidas comúnmente usados para uso hogareño, matan cientos de pájaros cada año. Aparte de los productos químicos venenosos para las aves, los insectos que matan los plaguicidas significan la mayor fuente de alimento de muchos pájaros.

¿Qué hacer entonces? Su mejor defensa contra las plagas y las malezas es plantar árboles, arbustos y pastos nativos y vigorosos. Así se minimizará la necesidad de plaguicidas. Además, existen otros métodos más seguros para proteger su jardín.

Para descubrir métodos para reducir el uso de plaguicidas, consulte lo siguiente.

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