Chicago está ubicada en la ruta migratoria del Misisipí, que forma parte de un corredor de migración más vasto, que se extiende desde el Valle de Mackenzie, en el noroeste de Canadá, a lo largo de los Grandes Lagos y el Valle del río Misisipí. Cada año, más de 300 especies de aves usan esta ruta migratoria y la franja costera del lago Michigan es reconocida como una de las rutas migratorias de aves canoras más importantes de América. Más de 5 millones de aves canoras sobrevuelan Chicago todos los años durante las épocas de migración.

Las tierras de cultivo de Illinois están constituidas por plantaciones de maíz y soja, que no proveen el tipo y la variedad de alimento ni el resguardo requeridos por las aves migratorias. En comparación, los bordes del lago Michigan brindan una variedad de vegetación y un hábitat propicio de descanso y alimentación para reponer energías. Los parques de Chicago e incluso nuestros jardines hogareños son particularmente importantes, debido a que el desarrollo urbano de los alrededores destruyó gran parte del hábitat originario. La preservación de los parques que bordean el lago es fundamental para la supervivencia de millones de aves que atraviesan Chicago en su migración de cada primavera y cada otoño.